Indispensable transparencia en la consejería de Palacio.
El presidente Ollanta Humala cometería un error si deja pasar la carta de ‘renuncia’ de Carlos Tapia sin que el gobierno ofrezca una explicación o respuesta clara a la grave acusación planteada por su hoy ex asesor.
La denuncia de Tapia no es poca cosa pues alude a la existencia de un equipo cercano al presidente que, para usar el tuit famoso de Nadine Heredia, no estaría caminando derecho.
Según la denuncia, el argentino-brasileño Felipe Belisario Wermus –conocido como Luis Favre–, el coronel EP (r) Adrián Villafuerte –consejero en seguridad y defensa nacional– y el jefe de la DINI Víctor Gómez habrían creado una argolla para bloquear a Humala con instrumentos indebidos en una democracia: favorecer intereses particulares de empresas como mineras o brasileñas, chuponear y hacer seguimiento ilegal poniendo la inteligencia al servicio de causas subalternas.
Siguiendo el estilo de este gobierno, los debates se dan en el Twitter. @Blogdofavre le ha respondido a Tapia con tuits como: ‘Xenofobia siempre fue la bandera de la extrema derecha’, ‘Calumnia y mentira son propias de pusilánimes y traidores’, ‘Ultraizquierdismo no sirve para ganar elecciones, no sirve para gobernar. ¿Para qué sirve?’, ‘Para hacerle el juego a la derecha’.
Ni corto ni perezoso, Tapia creó ayer mismo su @carlosETapia que anoche a las 9:43 p.m. tenía 118 seguidores, seguía a una sola persona (¿adivinen quién?: @Blogdofavre) y había emitido seis tuits, todos contra Favre, como estos: ‘Simple asesor de imagen dice “estamos (nosotros) avanzando”. ¿Quiénes son?’, ‘¿Por qué los brasileños no construyen sus centrales hidroeléctricas en su selva?’, ‘Ultraizquierda son los que no creen en las elecciones. Los traidores son los que quieren entregar el poder a la ultraderecha’, ‘quieren sacar a la izquierda del gobierno de concertación, para congraciarse con la gran minería’
Tapia podría estar reaccionando como picón por haber sido dejado de lado, pero mejor tener las cosas claras. Mientras él y Favre siguen peleándose en el Twitter, al país debiera interesarle la transparencia y corrección de los asesores de Palacio. El presidente Humala necesita, sin duda, un equipo que lo aconseje especialmente si su gabinete tiene, con excepción de pocos ministros, escasa experiencia administrativa de gobierno.
Criticar que algunos asesores sean, como Favre, extranjeros, es una tontería. No lo es, en cambio, después de todos los personajes tenebrosos que han rodeado a nuestros presidentes, que el país tenga confianza en que la consejería de Palacio no recurre a prácticas delincuenciales que vayan desde el chuponeo hasta el lobby indebidos, como lo sugiere Tapia. Esto incluye la respuesta a preguntas tan simples como, por ejemplo, ¿quién le paga el sueldo a Luis Favre?
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