24 de Noviembre de 2011 • 13:49hs
Por Teresa Céspedes
LAGUNA CORTADA, Perú (Reuters) - Cientos de pobladores protestaban el jueves contra un millonario proyecto minero en el norte de Perú, en desafío a la posición del Gobierno que apoya su ejecución y obligando a la estadounidense Newmont a suspender labores en su campamento.
Minas Conga, un emprendimiento de 4.800 millones de dólares, es considerado clave en la industria minera peruana, uno de los principales motores de la economía local, que es blanco de una ola de protestas ambientalistas, sociales y laborales.
En la jornada, manifestantes marchaban por la ciudad de Cajamarca o se agrupaban en las instalaciones de Minas Conga, a unos 100 kilómetros de la ciudad, hasta donde llegaban incluso a caballo, con cientos de policías y agentes de seguridad privados cuidando los vehículos y maquinaria de la firma.
Los pobladores, que viven de la agricultura y la ganadería, reiniciaron así un paro indefinido en la rica región minera de Cajamarca exigiendo la cancelación del proyecto por temor a que la mina reduzca sus fuentes de agua.
Gregorio Santos, presidente de región de Cajamarca y quien lidera las protestas, afirmó a Reuters que la protesta se ha convertido en una "disputa por el agua" entre la población de la zona y la firma Newmont, propietaria del proyecto de oro y cobre.
El presidente Ollanta Humala, que asumió funciones en julio, dijo la semana pasada que el país sudamericano requiere del proyecto para su desarrollo económico y social, pero con cambios en su ejecución que garanticen el respeto al medio ambiente y eviten conflictos sociales.
"Me niego a creer todavía que haya una traición (de Humala), considero que el Presidente está en este momento presionado por el capital transnacional", dijo Santos, quien se dirigía a la manifestación cerca al campamento minero, ubicado entre montañas a unos 4.200 metros sobre el nivel del mar.
Humala, un militar retirado, ha moderado su discurso radical de izquierda y ha prometido cambios para reducir la pobreza sin virar la política económica, que ha hecho que el país rico en recursos naturales registre un robusto crecimiento.
La protesta paralizaba el comercio, transporte y se suspendió las clases escolares en la zona. El presidente de la Cámara de Comercio de Cajamarca, Jorge Vergara, dijo que la manifestación dejaría unos 5 millones de dólares en pérdidas diarias.
Minas Conga, en la que también participa la peruana Buenaventura, cuenta con un estudio de impacto ambiental aprobado por el Gobierno y según los planes de la compañía comenzaría a operar desde el 2014.
TRASLADO DE LAGUNAS
Según el proyecto, el mineral se encuentra debajo de cuatro lagunas y la compañía planea trasvasar sus aguas en tres reservorios. Los manifestantes temen que el plan afectará las fuentes y filtraciones naturales de agua en la zona, cuyos pobladores viven principalmente de la ganadería y agricultura.
"La expansión minera ha llegado a su tope en Cajamarca, tenemos serios problemas aquí", afirmó Santos.
El Gobierno peruano pidió en la víspera mantener la calma a los manifestantes en un conflicto cuyo desenlace marcaría la relación del presidente Humala con los inversionistas.
El ministro del Interior, Oscar Valdés, dijo que según datos de inteligencia del Gobierno podrían haber infiltrados en la protesta, con armas de fuego, robadas por desconocidos hace unos días de una patrulla policial en el norte del país.
Analistas temen que la protesta se torne violenta, como otros conflictos que acosan al país andino desde hace años.
Newmont y Buenaventura operan en Cajamarca la mina de oro Yanacocha, una de las mayores productoras de Latinoamérica.
En el 2004, Yanacocha abandonó la exploración de su proyecto Cerro Quilish en Cajamarca, luego de protestas de las comunidades por temores sobre el abastecimiento de agua.
Un año antes, campesinos de la vecina región norteña de Piura atacaron a la canadiense Manhattan Minerals, que tuvo que abandonar su proyecto de cobre y oro, cuya inversión ascendía en ese entonces a 315 millones de dólares. Los manifestantes temían que la minera contaminase una zona agrícola.
Humala busca aplacar los conflictos sociales relacionados con unos 200 proyectos mineros y de petróleo en el país andino, donde un tercio de la población vive en la pobreza a pesar del auge económico de los últimos años.
Perú tiene proyectos mineros con inversiones de al menos 45.000 millones de dólares en la próxima década.
(Escrito por Marco Aquino, editado por Mónica Vargas)
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