16 mayo, 2012

Rechazo al chantaje de Newmont por el proyecto minero Conga

Califican de "inaceptables" presiones de presidente de Newmont, accionista mayoritaria de proyecto minero. Viceministros iniciaron diálogo en Cajamarca pero enfrentan desconfianza. Señalan que empresas que han hecho daños lamentables deben aceptar condiciones del país. O'Brien, titular de Newmont quiere meter miedo.

La declaración del presidente ejecutivo de Newmont, Richard O'Brien, quien manifestó que si las exigencias ambientales y sociales del gobierno al proyecto Conga hacen insuficiente su rentabilidad, irán a invertir a otros países, fueron calificadas como "chantaje" por el congresista Víctor Andrés García Belaunde, de Alianza Parlamentaria.

El titular de Newmont manifestó que "si Conga no puede ser desarrollada de una manera segura, social y ambientalmente responsable, entonces vamos a reasignar ese capital a otros proyectos de desarrollo de nuestro portafolio, incluyendo oportunidades en Nevada, Australia, Ghana e Indonesia".

O'Brien añadió que "tenemos otras opciones si esto no es favorable", en referencia al proyecto Conga, impulsado por Yanacocha, cuyo principal accionista es Newmont.

García Belaunde dijo a LA PRIMERA que las declaraciones de O'Brien "fueron muy desafortunadas" y que "no pueden ser aceptadas por los peruanos". "Ellos no pueden quejarse de un negocio que les va a dejar muchas utilidades, y encima han ganado bastante dinero todos estos años", agregó.

El parlamentario sostuvo que la reacción del ejecutivo de Newmont "es una actitud de egoísmo y mezquindad", pues las mejoras sustanciales establecidas por el presidente Ollanta Humala solo exigirán aumentar en 5% la inversión del proyecto Conga, que dará enormes ganancias a la empresa.

También recordó que Newmont contó con el respaldo del exasesor presidencial durante la dictadura Fujimorista, Vladimiro Montesinos, porque "ganó juicios con su apoyo". "Esta conducta es inaceptable e inadmisible", añadió.

Busca renegociar

Por su parte, el legislador Javier Diez Canseco, de Gana Perú, indicó que la empresa minera presiona al gobierno para "abrir un mecanismo de renegociación".

"Esta declaración da cuenta que la empresa busca abrir una negociación sobre lo establecido por el Presidente de la República en relación a los 10 mil empleos que debe generar la minera, el fondo social, y la responsabilidad de trasladar los botaderos a otros puntos", expresó Diez Canseco. "Esto evidencia que su criterio fundamental es reducir al máximo sus costos y maximizar sus ganancias", añadió.

A su turno, el experto en temas ambientales José de Echave expresó que las afirmaciones de O'Brien "son mecanismos de presión y advertencia" y que lo que buscan es desarrollar una estrategia "en función de lograr alguna negociación".

"Es natural que la empresa esté evaluando alternativas; al margen del proyecto Conga, tiene la mirada en diferentes partes del mundo", dijo el exviceministro de Gestión Ambiental; pero advirtió que "no es tan fácil decir: me voy a otros países", pues el Perú tiene yacimientos atractivos gracias a su riqueza geológica.

Imperfecciones

Diez Canseco y de Echave coincidieron en señalar que cuando la empresa manifiesta que las modificaciones propuestas al proyecto Conga, luego del peritaje internacional, pueden afectar la rentabilidad del proyecto, es porque reconoce que este tuvo serias imperfecciones al momento de ser aprobado en octubre del 2010, en pleno régimen aprista.

El parlamentario indicó que Newmont "está reconociendo que el proyecto tenía imperfecciones", y recordó que estas fueron señaladas en su momento por el exministro del Ambiente Ricardo Giesecke, en especial en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA).

Diez Canseco manifestó que el proyecto Conga no ha sido cuestionado de manera arbitraria "sino con razones y fundamentos", y sostuvo que por esto la empresa "ha tenido que evaluar" su implementación.

Por ello, indicó que "lo más sabio" era la revisión del EIA "con peritos que tuvieran consenso en las partes, y con lineamientos más allá de los que fueron establecidos". "Todo esto hubiera conducido a una situación más clara", argumentó, porque lo actuado "aumentó la desconfianza de la población".

En tanto, Echave indicó que la reacción de Newmont ante las nuevas condiciones "puede ser el preámbulo del reconocimiento de que el proyecto no tiene licencia social y las condiciones ambientales para ser llevado adelante".

"Ahora nadie defiende el proyecto tal como fue aprobado en octubre del 2010, todos se preguntan cómo es que fue aprobado", añadió.

Desconfianza


De otro lado, la Comisión Técnica formada por el gobierno central para facilitar el diálogo con las autoridades locales y dirigentes sociales de la región Cajamarca, informaron que el acercamiento tuvo un balance "positivo y prometedor".

Los viceministros de Agricultura, Juan Rheineck Piccardo; de Minas, Guillermo Shinno, y Gestión Ambiental, Mariano Castro, integrantes de este grupo de trabajo, explicaron que en las reuniones sostenidas lograron establecer informar sobre los hallazgos y recomendaciones del peritaje al EIA del proyecto aurífero.

Tras informar sobre lo que significan las nuevas condiciones derivadas del peritaje y establecidas por el presidente Humala, los viceministros expresaron su confianza en que las actividades económicas y sociales en Cajamarca puedan realizarse sobre un nuevo pacto, que permita resolver los problemas de pobreza de esa región.

Rheineck opinó que la desconfianza de la población de Cajamarca es comprensible, puesto que en el pasado una serie de proyectos mineros no respetaron los acuerdos sobre el cuidado del agua y el medio ambiente, hechos que generaron daños en la salud de los ciudadanos y perjudicaron las actividades agrícolas.

"Es un compromiso del gobierno hacer bien las cosas, no volver a repetir los errores del pasado y no cometer pasivos ambientales espantosos que se han heredado desde muchos años atrás", manifestó el viceministro de Agricultura.

Atropellos de Newmont en el mundo


O'Brien sabe que el proyecto es rentable en términos económicos. Pero también que no es viable en términos sociales y ambientales.

Conoce de sobra que no es fácil operar en otros países. En los Estados Unidos están prohibidas las minas de tajo abierto en cabeceras de cuenca y las normas ambientales son más estrictas. En Indonesia, la mina Batu Hijau de la Newmont Nusa Tenggara enfrenta huelgas con los trabajadores que exigen participación en las ganancias. Y la Newmont Ghana Gold Limited ha sido denunciada por daños a los bosques y las personas.

El coronel e ingeniero William Óbice Thompson fundó en 1916 Newmont, que en castellano significa Nueva Montana, aludiendo con este nombre al estado norteamericano de las grandes montañas y llanuras en que nació. En contacto con Woodrow Wilson hizo mucho dinero con sus primeras minas y se movió internacionalmente apoyando a los mencheviques de Kerensky en la revolución rusa. La compañía creció protegida por Roosevelt en los años cuarenta del siglo pasado y se expandió siguiendo a la industria del automóvil aprovisionándola de cobre, y a la construcción vendiéndole cemento. Durante noventa años ha explotado oro, cobre, plata, zinc, litio, uranio, carbón, níquel, petróleo y gas.

Con Yanacocha extrajo sólo en 2010 un millón y medio de onzas de oro que pueden significar mil millones de dólares. Está dejando grandes agujeros en Indonesia, Australia, Nueva Zelanda, Ghana y Perú.

Entre el 2011 y el 2012 los dividendos de sus accionistas se incrementaron en setenta y cinco por ciento y presume que el precio de la onza de oro pasará de mil seiscientos a dos mil dólares.

En octubre de 2009, un escape de cianuro ocurrió en la planta de Ahafo, la mina de Newmont en Ghana. Con la estación de lluvias, la contaminación se propagó causando muerte masiva de peces. La población no fue informada a tiempo de los daños que se producirían. Los líderes de las comunidades Wassa denunciaron a la empresa pero fueron amenazados o arrestados. Los que traspasan los territorios de la empresa pueden caer víctimas de los disparos de las fuerzas de seguridad.

A la Newmont se le ha ocurrido abrir otro gran agujero dentro de la Reserva del Bosque Ajenjua Bepo, en el Distrito Birim North de Ghana. Ocupará una superficie de dos kilómetros y medio de largo por un kilómetro de ancho y creará montañas de desechos de sesenta a cien metros de altura destruyendo setenta y cuatro hectáreas del bosque de la reserva. Quedará afectado el flujo de agua hacía otros ecosistemas y centros urbanos. Sus vertederos de ácido tóxico pueden durar cientos o miles de año. Las partículas de metales pesados dispersadas por el viento se posarán en el suelo o en los lechos de los cursos de agua, integrándose a los tejidos de los peces y otros organismos vivos. Nuevas enfermedades y el recrudecimiento de malaria resultarán de los pozos abiertos y de los charcos de agua estancada en las zanjas que abrirán en la zona.

Si los proyectos del señor O'Brien se llevan a cabo, diez mil pequeños agricultores de las poblaciones de Ntotroso y Kenyasa perderán sus tierras. Miles de personas ya están siendo trasladadas por la fuerza o con promesas de ayuda técnica para una reinstalación. La región produce el treinta por ciento de los alimentos de Ghana.

¿Y ustedes creen que todo el dinero a invertirse es de la empresa? No, es en parte del Banco Mundial, que canta la canción ambientalista mientras prestó el 2006 a la Newmont ciento veinticinco millones de dólares a muy bajos intereses para su proyecto de Ahafo. Eso se llama desarrollo para el Banco Mundial.

¿Queremos ser una republica minera como las bananeras de la United Fruit en la Centroamérica del siglo pasado? ¿Pretendemos vivir las sobras del oro sucio del Señor O'Brien y otros capitalistas? ¿Qué pasará cuando la locura del oro termine? Una economía consistente, respetuosa del ambiente, es lo que necesitamos en vez de parasitar esta burbuja mundial. El Perú no se atreve a discutirlo. www.ecoportal.net

Fuentes: La Primera, Celendín Libre

No a la mina
www.noalamina.org

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