César Lévano
cesar.levano@diariolaprimeraperu.com
El Perú es el país de las maravillas. Mientras gobernantes, economistas y empresarios de todo el mundo calculan que la humanidad está en el umbral de una crisis que durará entre diez y quince años, el expresidente Alan Garcíaasegura que el susto pasará en 2013.
El inesperado gurú económico afirma en su libro Contra el temor económico. Creer en el Perú(Editorial Planeta, diciembre 2011) que en el segundo semestre de 2013 “podrá producirse un relanzamiento económico global, sustentado en primer lugar en el mayor crecimiento de China, del sudeste asiático, de Estados Unidos y fundamentalmente del Pacífico sudamericano”.
Nuestro profeta no cree en nada ni en nadie. Así, puede decir enormidades como esta: “Dicen que la economía global produce más pero conduce a mayor desigualdad, lo cual no es cierto, pues en los últimos diez años los países emergentes y subdesarrollados han crecido al doble de velocidad que los países ricos, acortando las distancias”.
Ejemplo típico de escamoteo. La conclusión no tiene nada que ver con la premisa. Los países pueden crecer. La desigualdad también. El Perú de García lo demuestra.
En verdad, el ideólogo aprista no está interesado en ideas y doctrinas. Lo que quiere es glorificar el entreguismo de nuestros recursos a las transnacionales, a precio de ganga, previa coima sin duda, sin ningún respeto por el medio ambiente y el bienestar humano.
El gurú criollo reaparece justo cuando se realiza en Davos, Suiza, el Foro Económico mundial en el que cada año se reúnen banqueros, gobernantes y, como ha escrito John Saxe-Fernández en La Jornada de México, “encargados de despojos y estafas bancario-financieras y administradores del pillaje de naciones enteras”.
David Roth, presidente de la joven ala del Partido Socialista Suizo, declaró ayer: “Las decisiones de unos pocos han llevado a la crisis de los últimos años, y ahora esas mismas personas se presentarán aquí como la solución a esos problemas”.
Una peculiaridad del Foro este año es que no finge preocuparse por los países del tercer mundo o por el medio ambiente. Por primera vez sus preocupaciones y discursos buscan fórmulas para salvar a los países ricos. O que hasta hace poco eran ricos.
En la prensa europea abundan textos que expresan que el capitalismo no tiene salvación y que es tiempo de buscar salidas inéditas.
En general, el tono de la cita es pesimista.
Los dueños del mundo no han leído el librito de García.
Fuente: La Primera
cesar.levano@diariolaprimeraperu.com
El Perú es el país de las maravillas. Mientras gobernantes, economistas y empresarios de todo el mundo calculan que la humanidad está en el umbral de una crisis que durará entre diez y quince años, el expresidente Alan Garcíaasegura que el susto pasará en 2013.
El inesperado gurú económico afirma en su libro Contra el temor económico. Creer en el Perú(Editorial Planeta, diciembre 2011) que en el segundo semestre de 2013 “podrá producirse un relanzamiento económico global, sustentado en primer lugar en el mayor crecimiento de China, del sudeste asiático, de Estados Unidos y fundamentalmente del Pacífico sudamericano”.
Nuestro profeta no cree en nada ni en nadie. Así, puede decir enormidades como esta: “Dicen que la economía global produce más pero conduce a mayor desigualdad, lo cual no es cierto, pues en los últimos diez años los países emergentes y subdesarrollados han crecido al doble de velocidad que los países ricos, acortando las distancias”.
Ejemplo típico de escamoteo. La conclusión no tiene nada que ver con la premisa. Los países pueden crecer. La desigualdad también. El Perú de García lo demuestra.
En verdad, el ideólogo aprista no está interesado en ideas y doctrinas. Lo que quiere es glorificar el entreguismo de nuestros recursos a las transnacionales, a precio de ganga, previa coima sin duda, sin ningún respeto por el medio ambiente y el bienestar humano.
Esa línea “teórica” se trasluce en un artículo que publicó el miércoles 25 de enero en El Comercio. Enuncia allí, sin rubor, que hay que “aprobar ahora una ley con todas las fuerzas políticas para declarar de necesidad y urgencia nacionales la ejecución de proyectos como Conga, Toromocho, Las Bambas, Tía María y otros de gran envergadura”.
El gurú criollo reaparece justo cuando se realiza en Davos, Suiza, el Foro Económico mundial en el que cada año se reúnen banqueros, gobernantes y, como ha escrito John Saxe-Fernández en La Jornada de México, “encargados de despojos y estafas bancario-financieras y administradores del pillaje de naciones enteras”.
David Roth, presidente de la joven ala del Partido Socialista Suizo, declaró ayer: “Las decisiones de unos pocos han llevado a la crisis de los últimos años, y ahora esas mismas personas se presentarán aquí como la solución a esos problemas”.
Una peculiaridad del Foro este año es que no finge preocuparse por los países del tercer mundo o por el medio ambiente. Por primera vez sus preocupaciones y discursos buscan fórmulas para salvar a los países ricos. O que hasta hace poco eran ricos.
En la prensa europea abundan textos que expresan que el capitalismo no tiene salvación y que es tiempo de buscar salidas inéditas.
En general, el tono de la cita es pesimista.
Los dueños del mundo no han leído el librito de García.
Fuente: La Primera
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