Publicado el 18/01/2012 por El Muki
Sin sello ni registro documentario, pero impreso en papel membretado del Ministerio del Ambiente, un documento de once páginas titulado “Informe Nº 001-2011″ fue elaborado por 25 profesionales del mayor nivel del sector, entre el 8 y 24 de noviembre, y contiene, según define el texto, “Comentarios al Estudio de Impacto Ambiental del proyecto Conga aprobado en octubre de 2010″.
No es un documento oficial que exprese la opinión formal del Ministerio del Ambiente sobre el proyecto Conga ni que se propusiera su revisión; tampoco concluye por ningún lado la “inviabilidad” del proyecto minero. Sin embargo, conforme ha reconocido el ex ministro del Ambiente Ricardo Giesecke, existió como “ayuda memoria”.
Diremos que como legítimo intento de los responsables de dicho ministerio de mejorar las condiciones ambientales y sociales del proyecto.
La historia
El origen del documento se remonta a la visita que los entonces ministros Ricardo Giesecke, del Ambiente; Carlos Herrera, de Energía y Minas, y Miguel Caillaux de Agricultura realizaron a la zona del proyecto Conga, el miércoles 2 de noviembre. En medio de las lagunas, manantiales, bofedales, ojos de agua y todo el ecosistema, ellos percibieron una preocupación fundada.
Ricardo Giesecke llegó a declarar ese mismo día que secar las lagunas era como dinamitar un glacial, pero finalmente fue muy cuidadoso: “Bueno, sí, el ministerio va a darle una mirada al Estudio de Impacto Ambiental (EIA)”, anunció. Luego prometió una opinión de su despacho en quince días… y cumplió.
Fueron quince días con sus noches de trabajo continuo. Veinticinco especialistas y directores generales del Ministerio del Ambiente realizaron una evaluación técnica de los 18 o 20 mil folios del EIA. Había personal de los dos viceministerios: el de recursos naturales y el de gestión ambiental. El equipo laboró bajo la coordinación del ex viceministro José De Echave.
El proceso fue bastante participativo. Hubo dos encuentros con expertos de Yanacocha y reuniones con la población de Cajamarca, de todos los sectores, incluidos voceros de los 32 caseríos que la empresa identifica como zona de influencia del proyecto.
Se elaboró un informe preliminar que se alcanzó a Yanacocha, al que los expertos de la empresa hicieron una serie de observaciones. El intercambio se mantuvo hasta antes de elaborar el documento final, de ahí que la estructura del informe se sujeta a las observaciones de minera Yanacocha.
El informe tiene fecha 21 de noviembre, pero se continuó afinando y se dio por concluido el jueves 24, a las 6 de la tarde. A esa hora José De Echave Cáceres, viceministro de Gestión Ambiental, y Hugo Cabieses Cubas, viceministro de Desarrollo Estratégico de Recursos Naturales, entregaron el informe al ministro Ricardo Giesecke.
La entrega fue en la mano, sin necesidad de cargo, en momentos que Giesecke iba a reunirse con el entonces premier Salomón Lerner.
El documento fue entregado a la PCM esa misma noche y contiene 14 comentarios. Anota que el EIA no ha realizado una evaluación con un enfoque ecosistémico ni ha considerado la fragilidad de las cabeceras de cuenca.
En el informe Yanacocha no reconoce que la ubicación del proyecto en cabecera de cuenca sea perjudicial, por el contrario, resalta como positivo que al estar ubicado a más de 4 mil msnm se garantiza que allí no se desarrollarán actividades agrícolas o ganaderas intensivas. Para la empresa, “los bofedales y lagunas del área no constituyen importantes contribuyentes del balance hídrico” y sostiene que “no hay acuíferos aprovechables en la zona del proyecto”.
Además, se recomienda la reubicación de los depósitos en zonas diferentes a las lagunas y una evaluación de las 5 microcuencas a través de un experto reconocido en la materia.
Informe fue debatido
El 21 de noviembre, el ministro de Energía y Minas Carlos Herrera ratificó que, en su opinión, el EIA de Conga era solvente. “Nadie corre el riesgo de hacer algo irregular o que afecte severamente al medio ambiente cuando arriesga 4.800 millones de dólares”, dijo.
Apenas tres días después de que se hicieran públicas las observaciones al EIA de Yanacocha, el 25 de noviembre, Herrera Descalzi calificó de “tremendista” el documento. También reconoció que el proyecto tenía un costo ambiental irreversible.
Para responder a su colega, Giesecke afirmó que el proyecto Conga era viable pero que debía mejorarse con un sistema de monitoreo permanente.
La República
Sin sello ni registro documentario, pero impreso en papel membretado del Ministerio del Ambiente, un documento de once páginas titulado “Informe Nº 001-2011″ fue elaborado por 25 profesionales del mayor nivel del sector, entre el 8 y 24 de noviembre, y contiene, según define el texto, “Comentarios al Estudio de Impacto Ambiental del proyecto Conga aprobado en octubre de 2010″.
No es un documento oficial que exprese la opinión formal del Ministerio del Ambiente sobre el proyecto Conga ni que se propusiera su revisión; tampoco concluye por ningún lado la “inviabilidad” del proyecto minero. Sin embargo, conforme ha reconocido el ex ministro del Ambiente Ricardo Giesecke, existió como “ayuda memoria”.
Diremos que como legítimo intento de los responsables de dicho ministerio de mejorar las condiciones ambientales y sociales del proyecto.
La historia
El origen del documento se remonta a la visita que los entonces ministros Ricardo Giesecke, del Ambiente; Carlos Herrera, de Energía y Minas, y Miguel Caillaux de Agricultura realizaron a la zona del proyecto Conga, el miércoles 2 de noviembre. En medio de las lagunas, manantiales, bofedales, ojos de agua y todo el ecosistema, ellos percibieron una preocupación fundada.
Ricardo Giesecke llegó a declarar ese mismo día que secar las lagunas era como dinamitar un glacial, pero finalmente fue muy cuidadoso: “Bueno, sí, el ministerio va a darle una mirada al Estudio de Impacto Ambiental (EIA)”, anunció. Luego prometió una opinión de su despacho en quince días… y cumplió.
Fueron quince días con sus noches de trabajo continuo. Veinticinco especialistas y directores generales del Ministerio del Ambiente realizaron una evaluación técnica de los 18 o 20 mil folios del EIA. Había personal de los dos viceministerios: el de recursos naturales y el de gestión ambiental. El equipo laboró bajo la coordinación del ex viceministro José De Echave.
El proceso fue bastante participativo. Hubo dos encuentros con expertos de Yanacocha y reuniones con la población de Cajamarca, de todos los sectores, incluidos voceros de los 32 caseríos que la empresa identifica como zona de influencia del proyecto.
Se elaboró un informe preliminar que se alcanzó a Yanacocha, al que los expertos de la empresa hicieron una serie de observaciones. El intercambio se mantuvo hasta antes de elaborar el documento final, de ahí que la estructura del informe se sujeta a las observaciones de minera Yanacocha.
El informe tiene fecha 21 de noviembre, pero se continuó afinando y se dio por concluido el jueves 24, a las 6 de la tarde. A esa hora José De Echave Cáceres, viceministro de Gestión Ambiental, y Hugo Cabieses Cubas, viceministro de Desarrollo Estratégico de Recursos Naturales, entregaron el informe al ministro Ricardo Giesecke.
La entrega fue en la mano, sin necesidad de cargo, en momentos que Giesecke iba a reunirse con el entonces premier Salomón Lerner.
El documento fue entregado a la PCM esa misma noche y contiene 14 comentarios. Anota que el EIA no ha realizado una evaluación con un enfoque ecosistémico ni ha considerado la fragilidad de las cabeceras de cuenca.
En el informe Yanacocha no reconoce que la ubicación del proyecto en cabecera de cuenca sea perjudicial, por el contrario, resalta como positivo que al estar ubicado a más de 4 mil msnm se garantiza que allí no se desarrollarán actividades agrícolas o ganaderas intensivas. Para la empresa, “los bofedales y lagunas del área no constituyen importantes contribuyentes del balance hídrico” y sostiene que “no hay acuíferos aprovechables en la zona del proyecto”.
Además, se recomienda la reubicación de los depósitos en zonas diferentes a las lagunas y una evaluación de las 5 microcuencas a través de un experto reconocido en la materia.
Informe fue debatido
El 21 de noviembre, el ministro de Energía y Minas Carlos Herrera ratificó que, en su opinión, el EIA de Conga era solvente. “Nadie corre el riesgo de hacer algo irregular o que afecte severamente al medio ambiente cuando arriesga 4.800 millones de dólares”, dijo.
Apenas tres días después de que se hicieran públicas las observaciones al EIA de Yanacocha, el 25 de noviembre, Herrera Descalzi calificó de “tremendista” el documento. También reconoció que el proyecto tenía un costo ambiental irreversible.
Para responder a su colega, Giesecke afirmó que el proyecto Conga era viable pero que debía mejorarse con un sistema de monitoreo permanente.
La República
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