07 enero, 2012

Vienen más conflictos


Analista avizora momentos difíciles producto de la insatisfacción social. Hace notar que el presidenteOllanta Humala no puede ser catalogado de izquierda ni de derecha.

El analista Carlos Reyna no aprecia cambios sustantivos en el país y piensa que el presidenteOllanta Humala es una figura pragmática y que se mueve en el centro político con aproximaciones al mundo de la inversión.

–Antes de las elecciones Ollanta Humala era señalado como candidato antisistema. ¿Cómo lo ve ahora?
–Esa idea quedó totalmente desvirtuada hace mucho tiempo, mucho antes del proceso electoral del 2011, porque él jugo plenamente a favor de las reglas democráticas: formó partido, consiguió firmas y pasó a formar parte, de manera legal, del sistema democrático. Segundo, porque había moderado sus propuestas económicas y hecho aproximaciones notorias al mundo empresarial e incluso visitó a Mario Vargas Llosa, en España. Esos hechos fueron más importantes y reveladores que los documentos que firmó durante la campaña electoral…

–¿Y su acercamiento a la izquierda?
–Me pareció que fue endeble y bien poco institucional, poco claro. Más incorporó gente de izquierda en forma individual, jamás orgánicamente. Inclusive, a uno de los que ahora es congresista, prácticamente lo había sacado de la lista… Yo creo que él más bien es una figura de centro. Él se mueve según como sea la opinión pública, según como aprecie qué corrientes de opinión pública y, sobre todo, de los medios, son predominantes.

–¿Cuál es el rumbo del Presidente?
–Yo creo que tiene un rumbo, que es una propuesta de centro. Lo que predomina en Ollanta Humala es que es una figura muy pragmática, es decir que lo que funciona en el corto plazo es lo que va a aplicar. Tiene más aproximaciones con el mundo de la inversión, tiene que ver con eso lo de Conga, porque si él paraba el proyecto Conga el riesgo de que haya un “frenazo” era grande. Ahora, yo no creo que el proyecto deba ser hecho así como se está haciendo de una manera impulsiva, pero el rumbo de Ollanta Humala es ese: no correr riesgos… A mí me parece que Ollanta Humala no puede ser catalogado como un hombre de izquierda o de derecha, porque él jamás aceptó ser un hombre de izquierda o de derecha.

–¿El proyecto Conga partió al gobierno en dos fases o no?
–No, porque ¿quiénes eran el gobierno? ¿Lerner?, ¿Giesecke? Yo no creo que ellos fueran el gobierno. El gobierno eran el señor Humala y el señor Castilla, fundamentalmente. En cualquier gabinete de las últimas décadas el verdadero poder lo tienen el presidente y el ministro de Economía, incluso más que el primer ministro… esa es la característica de los últimos gabinetes, de quiénes son las figuras determinantes… Lo que ha habido es una clarificación del rumbo del gobierno.

–¿Usted vislumbra una solución armónica, pacífica, al asunto Conga?
–No, lamentablemente no, porque creo que el gobierno ha tomado la postura de que Conga va. Temo que el peritaje internacional va a ser manejado de tal manera que el proyecto sea aprobado de todas maneras…

–O sea Conga va, sí o sí…
–Incluso, en el caso de que sea aprobado el proyecto y derrotada la resistencia cajamarquina, va a dejar un cLima de deterioro de las relaciones políticas, no solo en Cajamarca, sino en todas las regiones donde hay conflictos. Hay que ver cómo va a ser la relación del gobierno con otros liderazgos, con las organizaciones sociales, como la CGTP o la CCP. Todo va a depender de este resultado.

–¿Usted teme un estallido de la violencia por el proyecto?

–No necesariamente por este proyecto, sino porque en el Perú hay varios conflictos sociales irresueltos. Sea por lo de Conga o por otros temas en cualquier momento van a estallar los conflictos… El mundo de las organizaciones sociales, el mundo de las organizaciones de base no tienen llegada, no tienen representación en el Congreso, ni en los gobiernos regionales y éstos no tienen ninguna atribución frente a los grandes temas nacionales. Entonces, el Estado, en su gran mayoría, responde al poder central y el poder central, que es el Congreso, el Poder Judicial y el Ejecutivo, no tiene medios de contacto, de relacionamiento real con los pueblos del interior y la brecha puede provocar estallidos de violencia… No va a haber una guerra civil seguramente, no va a haber terrorismo, seguramente, pero pueden producirse situaciones de violencia muy desagradables y que desequilibran mucho la sicología colectiva.

–¿En ese sentido, corremos el riesgo de un gobierno autoritario?
–La democracia peruana, en general, no solo con este gobierno, tiene hoy en día una serie de problemas. Hemos tenido conflictos durante el gobierno de Toledo y durante el gobierno de Alan García. Ese no es solo un problema de Humala. Lo que pasa es que tenemos gobiernos elegidos democráticamente que luego tienen sesgos autoritarios.

Efraín Rúa
Redacción

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